domingo, 1 de noviembre de 2009

MONTANDO


Hace unos meses hablábamos de esta experiencia como de una montaña rusa, que subía muy lentamente (demasiado). Ahora ya hemos atravesado los rápidos loops y estamos de nuevo en tierra. Una vez pasado el mareo, llega el trabajo sesudo de montaje. Esconderse en una habitación de sol a sol viendo cada plano rodado.
Si el guión era un castillo ideal y el rodaje ha sido un huracán devastador, el montaje consiste en coger cada ladrillo y reconstruirlo lo mejor posible. Tampoco podemos relajarnos o hacer cineforum con cinéfilos de confianza. Seguimos con prisas. Tenemos 17 escasos días laborables para levantar de nuevo la película y llegar al corte final. Intentaremos darle ese sentido que siempre hemos deseado, tratando de transmitir ese sentimiento agridulce y tierno que acabe en sonrisa inconsciente.

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