domingo, 25 de octubre de 2009

CUANDO NO HAY VERANO...

...hay que inventarlo. Sólo Marisa puede convencer a una cría de ocho años de que hace calor y está contenta, cuando ha de llevar un vestidito ligero y la sensación térmica real es de 5º C.

viernes, 23 de octubre de 2009

HEMOS ACABADO RODAJE

...o al menos el grueso. Mañana rodaremos un par de planos: uno de ellos es indispensable para contar la historia. El otro es un capricho estético, pero ya que tenemos que desplazarnos una hora a la localización, aprovechamos el traslado para rodarlo. Por lo demás, estamos contentos: hemos sobrevivido. Hemos llegado a la primera meta, sorteando las dificultades climatológicas. Estamos agotados pero muy satisfechos con el trabajo del equipo de rodaje, que se ha dejado la piel. Ha caído alguna que otra secuencia a las que le teníamos especial cariño; pero no son indispensables para contar la historia que, a fin de cuentas, es la que manda. Mejor eso que tener que recortar en montaje, ¿no?
Aquí les dejamos el mapa de tesoro, un gráfico que hicimos en agosto para que el equipo técnico pudiese orientarse en el bosque y saber donde se rodaba cada secuencia. Si se aburren algún día pueden usarlo para hacer senderismo o turismo audiovisual...

domingo, 18 de octubre de 2009

UN POCO DE PROMO

Si lo desean y tienen la paciencia de esperarse al minuto 6:30, pueden ver aquí un mini-reportaje que nos hicieron los chicos de Ficcionari emitido el 08 de Octubre. Ficcionari es un programa sobre cine y estrenos comerciales que se emite en PUNT2, canal de RTVV, la productora de esta película. Como podrán comprobar, es más que probable que el nombre final de esta producción sea VILLA BRESQUILLA.

En cuanto a rodaje, seguimos en la misma línea. Hipotecados por el mal clima y nuestro afán personal de hacer algo más que una TV-movie común. Es época de traslados de una localización a otra, algo que nos roba un tiempo inestimable para rodar. Afortunadamente el equipo trabaja duro y responde muy bien a estas presiones, algo que se verá en la factura final. O al menos, eso creeemos.

jueves, 15 de octubre de 2009

CUANDO NO HAY PERRO...

...tenemos que inventarlo. Hasta ahora sabían que más del 70% del sol que aparece en DOMINGUEROS es artificial. Lo que no sabían es que los días que por producción no disponemos de perro, los maravillosos chicos de Arte han ingeniado un complejo sustituto. No es un animatronic ni un 3D, pero intenten averiguar cuando es el auténtico o no. Fuera de cuadro, claro.

sábado, 10 de octubre de 2009

PARÉNTESIS

La exótica preproducción de DOMINGUEROS se hizo en dos partes, con un paréntesis de seis semanas entre ambas. Durante todo ese tiempo, los únicos del equipo que no conseguimos separarnos de la peli ni un solo día fuimos nosotros. Es una consecuencia directa de ser a la vez pareja personal y profesional. Así que estos cuatro días de puente valenciano sin rodaje ni siquiera vamos a intentarlo. Nos conformamos con regenerar un poco las pilas, hacer balance de las últimas tres semanas y prepararnos para la batalla final.
Lo que nos queda no es poco. Hasta ahora nos hemos visto obligados a ir a piñón, incluso sin lluvias, llegando a la increíble situación de trabajar los últimos días a toma única. Al final de las jornadas, la luz del sol empieza a cambiar y ya no puedes rodar más, porque no hay raccord con la hora de la película. No puede haber luz de atardecer si en la ficción son las 10 de la mañana. Imagínense la situación de tener cuatro minutos para rodar un plano de una conversación sabiendo que, quede como quede, no va a haber opción de repetirlo. Y sabemos que esta situación va a repetirse más veces hasta final de rodaje.
Hemos salido de Villa Bresquilla, el caserón familiar ficticio donde sucede más de la mitad de la peli. Algunos planos inalcanzables quedaron para el recuerdo. Alguna secuencia se ha quedado para siempre en el limbo. Al menos no era imprescindible para contar la historia.
Durante las dos últimas tardes hemos rodado en camara-car. Tres horas montando la estructura para tres minutos de película. Fíjense en el vídeo. Parecíamos la carroza real del día del orgullo gay entre cientos de coches mirándonos.
Lo que nos queda por delante es llegar al clímax, tanto en guión como en rodaje. Unos días entre pinos, en medio de un bosque, y otros en plena montaña, junto a un peligroso barranco con vistas sorprendentes. Seguimos en la cuerda floja, con un plan de rodaje apretadísimo. que no nos deja respirar. Esperemos que el clima nos acompañe y nos ayude a salvar las secuencias lo mejor posible.

miércoles, 7 de octubre de 2009

SI EL SOL NO SALE...

...habrá que inventarlo.

martes, 6 de octubre de 2009

PANCHITA, EL ESCARABAJO PEREZOSO


Nos pasa poco. Por si tenemos pocas complicaciones, la mayoría de ellas muy normales en un rodaje, decidimos llevar a cabo una secuencia con inserto de documental de fauna, es decir, un plano detalle de un escarabajo vivo con un valor simbolista que la mayoría del público jamás percibirá como tal.
Inicialmente teníamos en mente una especie estival, un Cotinis Nitida, un precioso escarabajo verde metalizado. Con la llegada del otoño, los Cotinis ya han perecido, y sólo podíamos encontrarlos muertos y resecos entre los muestrarios de entomología. con olor a alcanfor. El fabuloso Departamento de Arte nos ofreció este bonito ejemplar vivo que tienen ustedes en la cabecera, de la especie Pachnoda Butana, que en rodaje se bautizó con el nombre de pila de Panchita. No nos pregunten quien y por qué se dedica a criar escarabajos, pues ahí no llegamos.
El caso es que Panchita ha madrugado con nosotros, y hemos intentado por los mil medios (con comida, luz, calor, compañía, etc.) que hiciese algún movimiento. Tras demasiado tiempo perdido, sólo hemos conseguido que moviese una patita, apenas lo mismo que si fuese un bicho disecado.
Los escarabajos se animan con el calor ambiental, y hoy a las 8:30 en pleno campo no lo había. Había que ser entomólogo para saberlo. Pero no importa. La secuencia ha mantenido todo su sentido y creemos que funciona perfectamente.

sábado, 3 de octubre de 2009

ECUADOR


Anoche un conocido se nos cruzó en una acera mientras paseábamos al perro. Nos comentó algo así: sabiendo que es vuestra, seguro que DOMINGUEROS no será la típica TV-movie con secuencias compuestas de plano general + plano + contraplano. Ese comentario era tan ingenuo como nuestros pensamientos hace unas semanas.
Rodar un largometraje, sobre todo si es el primero y en estas circunstancias, es acumular por días victorias y derrotas en la espalda. DOMINGUEROS tiene un guión logísticamente muy complejo, más propio de una peli de cine, con mucho exterior, una docena de actores, niños pequeños y perro. Eso ya lo saben. También conocen el daño que nos está provocando el clima otoñal. Lo que quizá no sepan son las consecuencias.
Estamos en el ecuador del rodaje. Tenemos delante un plan que nos obliga a rodar a menudo a toda prisa. Estamos trabajando a ritmo de corto seis días a la semana. Pero esto no es un corto. El equipo se está dejando la piel, pero no va a estar todos los días trabajando más tiempo del que le pagan (con sus honrosas excepciones). El director de producción no va a darte un día más de rodaje, aunque la lluvia y sus consecuencias te hayan reventado el plan la primera semana. Si no acabas las peli el día X, te quedas con la peli inacabada.
La cuestión es que al final de todo el proceso, no vale la pena quejarse ni mirar atrás. Lo que cuenta es que tienes como mucho la mitad del tiempo necesario para rodar cada secuencia en condiciones. El tiempo manda.
¿Qué hacer entonces? Estamos empleando a menudo una planificación de emergencia, que cuente la historia de forma más simple. Esto en algunas ocasiones mejora el resultado. Transformar tres planos en uno sintetiza y aumenta la eficacia de lo que se cuenta. Otras veces la cosa no es tan bonita: implica tener que escoger un plano con un defecto, vete tú a saber, por raccord, por composición o porque el actor no está totalmente como desearías. La segunda opción es dejarte planos por el camino, de esos que son prescindibles pero dan factura a la peli y le otorgan un acabado más cinematográfico. Algo duro cuando llevas casi dos años imaginando cada secuencia. La tercera opción pasa por eliminar o unir directamente varias secuencias para cumplir los plazos. Cualquier cosa es mejor que dejar inacabada la historia. Lo que importa es el conjunto.
El tiempo -en sus dos sentidos- nos persigue y a veces nos alcanza. Es entonces cuando tenemos que resolver algunas secuencias con el típico plano-contraplano. Afortunadamente, a veces las circunstancias nos permiten recrear ese momento de la película de forma más creativa y afinada, exactamente como siempre lo habíamos deseado. Es entonces cuando se nos eriza el vello y se nos ilumina la mirada.