Andamos varias semanas dedicándonos de sol a sol plenamente a la preproducción pura y dura de DOMINGUEROS. Además de nuestra labor de guionistas, en la que contra todo pronóstico, tras varios filtros de dialoguistas y lingüistas, hemos alcanzado la octava (que no última) versión, como directores somos esa diana donde apuntan todas las dudas, el oráculo que da todas las respuestas a ese montón de gente que pulula con prisas a nuestro alrededor.
Algunas cuestiones a las que cualquiera podría enfrentarse en su primer largometraje:
...elegir o no una localización boscosa más interesante y lejana a costa de perder tiempo en transporte.
...decidir qué secuencias eliminar o fundir para no superar los 90 minutos de duración.
...rodar en 16 mm, con la RED ONE o con una F900. Con una o dos cámaras a la vez.
...escoger el color de los botones de una americana, y, en este caso, por qué no cremallera o una gabardina.
...elegir entre un actor experimentado y a una joven promesa que no ha pisado un rodaje pero que le ves "algo".
...solucionar cada secuencia con una planificación ideal, otra realista y otra de emergencias.
...buscar una localización nueva para poder hacer un movimiento de cámara ideal u olvidarnos del mismo y hacer el clásico plano/contraplano.
...adaptar el guión a la realidad de la producción sin que pierda su esencia: cambiar un lugar, una frase, una situación o un gesto.
...saber en qué ser flexibles y en qué no ante el director de producción y ese papelito tan importante, el presupuesto.
... y sobre todo, justificar de forma razonada todas y cada una de las decisiones ante un equipo de profesionales con unos cuantos largometrajes a sus espaldas.
Algunas cuestiones a las que cualquiera podría enfrentarse en su primer largometraje:
...elegir o no una localización boscosa más interesante y lejana a costa de perder tiempo en transporte.
...decidir qué secuencias eliminar o fundir para no superar los 90 minutos de duración.
...rodar en 16 mm, con la RED ONE o con una F900. Con una o dos cámaras a la vez.
...escoger el color de los botones de una americana, y, en este caso, por qué no cremallera o una gabardina.
...elegir entre un actor experimentado y a una joven promesa que no ha pisado un rodaje pero que le ves "algo".
...solucionar cada secuencia con una planificación ideal, otra realista y otra de emergencias.
...buscar una localización nueva para poder hacer un movimiento de cámara ideal u olvidarnos del mismo y hacer el clásico plano/contraplano.
...adaptar el guión a la realidad de la producción sin que pierda su esencia: cambiar un lugar, una frase, una situación o un gesto.
...saber en qué ser flexibles y en qué no ante el director de producción y ese papelito tan importante, el presupuesto.
... y sobre todo, justificar de forma razonada todas y cada una de las decisiones ante un equipo de profesionales con unos cuantos largometrajes a sus espaldas.
2 comentarios:
Yo me ofrezco a ser vuestro guardalpaldas si me dais un papelito de extra!!
Paco (el que ya sabeis...)
¡Ánimo! las cosas, después de parecer no tener solución se resuelven "casi mágicamente" solas y sospechosamente para bien.
Pilar
Publicar un comentario